sobre nosotros Equipo

UN LUGAR DE ENCUENTRO

La Fuga Barcelona es, antes que nada, un espacio de encuentro. Para amantes de la gastronomía y para ciclistas, así como para tod@s l@s que buscan un espacio tranquilo y acogedor para escapar de la agitada vida urbana. Es también un punto de encuentro entre pasado, presente y futuro, una burbuja urbana construida alrededor de la idea de autenticidad. La comida se elabora y transforma en nuestra cocina: la pasta y la pizza se hacen in situ. Los mejores maestros artesanos de la región elaboran nuestros helados y nuestras cervezas. El diseño respeta el alma del edificio, un antiguo local industrial en pleno centro de Barcelona dejado sin uso durante años. Autenticidad, en pocas palabras, que permite encuentros entre tribus urbanas que habitualmente se cruzan, pero no se encuentran. 

La Fuga Barcelona es todo menos exclusivo. Tanto los amantes del ciclismo como los amantes de la autenticidad y la gastronomía, así como los que buscan un refugio lejos de la vida urbana, todos ellos encuentran su sitio en La Fuga Barcelona.

 
 

NUESTRA HISTORIA

La Fuga Barcelona es el espíritu del ciclismo que se concreta en un espacio donde compartir experiencias y hacer amigos. La sonrisa de Miguel te hará sentir bienvenido y con la cocina de Graciela te sentirás envuelto por los olores y sabores de la gastronomía italiana.

Graciela y Miguel se conocieron en Barcelona, dónde sus dos recorridos se entrelazaron para perseguir un sueño común.

Juntos pedalearon por la ciudad, los caminos y las carreteras y compartieron una misma visión sobre la necesidad de las cosas bien hechas. Cariño, proximidad, origen, circularidad, honestidad, sociabilidad, medio ambiente, son conceptos que guiaban el proyecto de combinar un lugar de encuentro con su amor por el ciclismo y la buena comida. Así nació La Fuga Barcelona, un lugar con nuevas ideas y viejos conceptos en el centro de una urbe. 

NUESTRA FILOSOFÍA

Buscamos ofrecer una cocina sana, honesta y saludable a precio razonable. Nos gusta pensar que la modernidad hoy en día se nutre de una mirada a la tradición y a la cercanía. De modo que también nuestro espacio, contemporáneo, mira hacia atrás. No nos pensamos como un espacio vintage, sino como un proyecto que mira al pasado para no perderse y poder caminar hacia adelante.

Elaboramos nuestros platos con producto de temporada. Nos preocupa la calidad de los productos con los que trabajamos, y los procesos por los que pasan. Buscamos sostenibilidad, tanto medioambiental como social: trabajamos con artesanos y proveedores con nombre y apellido. Apostamos por la continuidad.                                

 
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